Poemas  de  Patricio SANCHEZ-ROJAS, El Calendario de la Eternidad, Obsidiana, 2017.-

Publié le par Jan Prenz

Poemas 
de 
Patricio SANCHEZ-ROJAS

 

 

GUITARRA DE SOL   

En las esquinas de la primavera: 
Allí donde la uva es un anillo   

Un gorrión en su rama de centella 
Está buscando el sol sobre su nido.   

La hierba emerge tibia mientras fluyen 
Dulces remansos que saben a brisa,   

Brisa soñando en el vuelo de un sauce, 
Sauce que es agua pura y cristalina.   

Todo es altura cuando la uva nace, 
Entre coleópteros y moscardones,   

Porque sus alas vienen de la aurora, 
(la aurora es siempre una flor que amanece),   

Y ya galopa el trigo florecido 
Bajo este cielo fértil de colmena.     
 
 
 
 
 
 
                                                       HOJAS DE TILO  
 
  
                                                       A Efraín Barquero 
 
 
Perdí esos caminos por donde otrora pasé tantas veces, apresurado, huyendo de una montaña a otra a causa del viento. 
 
Perdí los instantes más bellos de mi vida al paso de un puñado implacable de gaviotas. 
 
Perdí la voz en la multitud, pues el bullicio me condujo inevitablemente al silencio. 
 
Perdí los ojos en el vientre de una ballena que nunca me invitó a ver la luz del mar. 
 
Perdí el olfato tras oler largamente unas hojas de tilo, a orillas de un afluente que jamás existió. 
 
Perdí incluso el rostro en una riña encarnizada con los años y las horas. 
 
Perdí las llaves de mi ciudad, que amé y que amo aún, pero que ahora fue borrada del atlas por una mano despiadada. 
 
Perdí también el tacto al caminar a oscuras contra muros de barro y piedra fría. 
 
Perdí, en fin, todo, como el aliento y la saliva.  
 
Mas en aquel despeñadero atroz, cogí - cual una piedra partida-, este pedazo de alma rota, que es lo único que me acompaña en esta vida. 
 
 

 


NUBE DE TABACO

Nada sabes del sol cuando los amigos  
te abrazan con la sonrisa en los labios.     

En todas las ciudades habrá un mesón  
donde tú apoyarás tus codos en invierno.    

Las calles son como gacelas  
de circo a la hora del crepúsculo.     

Por esto tú debes  perdurar  
en una nube de tabaco.     

Serás feliz en la quietud de un instante,  
aunque en realidad 
sólo halles sombras  en un espejo deformado.     

No mereces desvivirte si la alegría  
que te ofrecen tus amigos es sincera.     

Tienes un camino frente a ti: 
convencerte  de que la risa 
es el preámbulo en la fábula,     

Después podrás hallar en otro espacio  
otra ciudad en la que el 
sol busque tu rostro primigenio,     
Pero aún no es el momento, ten paciencia.  


(Lisboa, 1999)        
 
 
 
 
 
GRACIAS   

Doy las gracias al búho del molino 
y también a la oveja trasquilada 
cuando el sol en la hierba me ilumina 
con sus claros cabellos de muchacha   

Doy las gracias al sabio caracol 
que detiene su marcha cuando fulgen 
en el cielo febril y lo coloran 
unas alas hermosas de gorrión   

Doy las gracias a los lobos del bosque 
a la hechicera que sueña con sapos 
al sendero de piedra del camino   

Doy las gracias al viento y a los árboles 
a las palomas que vendrán mañana 
a despertarme con sus alas blancas 
 
 
  
 
 
 
 
EXTRANJERO    

Tu semblante son los trenes que se duermen con el alba.  
Llevas equipaje transitorio,          
viajas.  
Desciendes en un andén, te preguntan tu nombre,  no respondes.     
Sin embargo, debes ser feliz porque estás vivo.  

Vivir es algo sumamente serio para ti.     
Extranjero,  
Las aves se beben tus pestañas.  
Recibes una carta.  
Alguien te ama.  
Una mujer te ama.  
Una mujer espera que vuelvas a sus brazos.  
No hay regreso.     

Avanzas en un tren mas retrocedes en espacio.  
Tu territorio lo has perdido.  
Tu patria no te pertenece.     

Los años son las moles de tu casa.  
Tu nombre es el exilio.     

¿Qué buscas extranjero?  
Las horas te amenazan.  


(Florencia, 1980)      
 
 
  
 
HOY   

Hoy acabo de hablarme en una oreja. 
Hoy acabo de hablarme en un oído. 
Hoy estoy feliz, caramba!, qué tristeza 
Al sentir mi corazón redondo y amarillo. 

Hoy acabo de verme ciegamente. 
Hoy acabo de hablarme en una esquina. 
Hoy me vi cruzando una calle, una calle cualquiera. 
Hoy estoy feliz, caramba, qué tristeza! 

Hoy le ayudé a un cojo a levantar mis piernas. 
Hoy pienso morir, caramba..., qué tristeza! 
Hoy me daré muerte con los cuatro sentidos que me quedan. 

Hoy he de matarme para seguir viviendo. 
Hoy buscaré un útero sencillo como tierra. 
Hoy estoy feliz, caramba, qué tristeza!     
 

 

EL PIRATA   

El niño ha enloquecido de amor, dice la gente 
Que anduvo muchos días muy triste y solitario. 
Le vieron por las calles vestido de corsario 
Como quien sueña a veces un sueño libremente. 

Galeones se aproximan, decía con ardiente 
Pasión de buen pirata que espera a su adversario. 
En tu nombre combato, sufrir es necesario 
Y lidiarme con todos, gritó el adolescente. 

Ya verás que mi nombre será reconocido 
Por los historiadores de todos los países. 
Con mi espada te vengo, Rosaura, a toda hora. 

Cuando vuelva a mi patria tal vez ya te habrás ido. 
Mas recuerda esos días que fuimos tan felices 
Cuando andábamos juntos en busca de la aurora.       
 
 
 

EL PARAGUAS ROJO    

Arriban a este puerto cansados trasatlánticos 
y hendidos en la proa desertan ante el vino 
y abócanse a los vasos recios hombres 
con barbas pusilánimes 

son viejos marineros que acódanse a la barra 
confiados como mástiles y beben vino a sorbos 
al son de una guitarra 

sois bravos marineros murmuran las rameras 
buscando ser amadas oh rojas jarreteras! 
y caen rojos guantes 
ya ebrios sobre el suelo y 
glúteos que se abren agólpanse en un sexo 

las copas en las mesas conservan sus latidos 
de copas postergadas al son de una guitarra 

y en fin los marineros de un barco de otros puertos 
exploran nuevas aguas 
al son de una guitarra 
sois bravos marineros la noche ya se acaba!     
 
 
 


MEDITERRÁNEO    

Sobre la grava azul de Canet Plage 
busco el sonido del albatros. No sé si es Ezra Pound 
quien en lontananza me hace señas, 
hoy vivo por la estrella de otros versos; 
en el botón de mi solapa han cagado unos pájaros. 

La noche ha sido larga, poco he dormido, 
las olas de este mar Mediterráneo golpéanme incesantes 
los pies con sus martillos, mas, no deseo esperar 
a que transidos pescadores me socorran, y por lo mismo 
he de liberarme de la sal dormida en mi cuerpo. 

Extrañamente no puedo respirar como es costumbre 
en los poetas, mover estas arenas sería delatarme. 
Cuán frío es el aire sobre mis párpados secos. 

(Mar. Tu imantado corazón nunca termina de latir. 
Un sorbo beberé de tu ambrosía 
en un vaso de cristal guarnecido de zafiros.)     
 
 
 
 

UN PASEO POR EL PISO    

Vamos arando dijo la mosca 
dijo la mosca vamos ya 
vamos que vamos mosca 
que moscas 
vamos arando tralalá 

vamos arando 
mosca moscona 
vamos arando tralalá 

vamos arando 
mosca mosqueada 
vamos arando tralalá 
ara que aras ara que aras 
la mosca trala tralalá 

mosca mosqueada 
mosca mosquina 
mosca moscona 
tralalá     
 
 
 
 
 
RETOUR  
 

Sentado, tras la copa, está mi hermano 
cual un mar que desborda tibiamente, 
sonriéndole a los años y a la gente: 
la mirada feliz y el pelo cano. 

En torno a nuestra mesa está el hermano 
que ayer yo vi jugar -sencillamente- 
con un trozo de vidrio evanescente, 
similar a la forma de mi mano. 

Ayer yo pude unirme a su manera 
de reír, de saltar, de ser un niño, 
cuando huía por caminos de centellas. 

Yo buscaba alcanzar la primavera 
a caballo de un pez o de un armiño, 
y en sus manos hallé nuevas estrellas. 
 


© Patricio  SANCHEZ-ROJAS, El Calendario de la Eternidad, Obsidiana, 2017.
www.artepoetica.net  

 

 

 

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